Saturday, May 27, 2006

MEMORIAS 1

Salimos con suficiente tiempo para tomar una cerveza antes del concierto, minutos que gustosamente intercambiamos por una breve sesión de sexo clandestino en la ahora abandonada y muy vigilada pero anteriormente concurridísima zona de su campus universitario. Miradas de curiosas, hojas secas quebrándose, cientos de envolturas de condones en el suelo, intento abortado por un hombre con radio, que apenas pronunciaba correctamente el castellano.

De las rutas consideradas, elegimos sin duda la mejor: la más fluida, la de carriles más anchos, la más directa. La señal roja de los semáforos nos indicaba dos cosas: momento de deterner la marcha y momento de juntar las bocas.
Escuchamos unos ruidos, tres chicos de no más de 20 años golpeando el carro blanco detrás de mi camiometa. Quizá pretendían robar el auto a la conductora, que por cierto viajaba acompañada. Por el retrovisor ví el rostro de esos jóvenes y el momento en que ella, muy asustada, les entregó su bolsa. Había una patrulla tan sólo una cuadra después.

El concierto de Jamie Cullum estuvo muy bien. Lo viste con un ojko parchado. La música fue por momentos exquisita, pero al final quedé saturado. Pasada la medianoche, por las calles aledañas, al visión de aquella obsesión... lástima que no viste su cara... vaya cara... ¿cuánto ha pasado? ¿8 años?

Sin cenar, regresamos hacia terrenos más hóspitos en esa fría noche.

2 comments:

M said...

ex-campus universitario
ex-quisito

Imoq said...

O_o