Wednesday, May 02, 2007

Al Elalio le lele el cuello

Me siento terrible. Estos días de trabajo non-stop en la mudanza y haber cargado una tele de cincuenta pulgadas ha cobrado su primera víctima: mi cuello.

Eso y que llevo un año durmiendo con la misma almohada, que me llevé al departamento y los días que he dormido aún en casa de mis padres no puedo ponerme cómodo en toda la noche.

Bueno, no estoy seguro de qué hice, pero me duele el cuello y me duele mucho. Y no funciona. Y estoy de mal humor.

Lo que necesito es lo mismo que hizo Holly Hunter en Living Out Loud (patéticamente nombrada aquí como: el beso):





Pero me duele tanto que probablemente un simple masaje no funcionará, quizá necesite algo más drástico y menos relajante. Quizá hasta algo quiropráctico. O incluso algo aún menos sexy como el collarín de Joan Cussack en Sixteen Candles:



Ouch.

3 comments:

Xavsje Herz Von Vanille said...

Intenta pasarte una toalla y frotarte para hacer calorcito a veces con eso se quita un poco el dolor;)

Craving Oxygen said...

me hubieras dicho que te ayudara con la tele pero bueno ya es tarde... puedes ir a un quiropractico siempre funciona no???
te mando un abrazote fuerte fuerte fuerte
Gracias!!!!

Sidurti said...

Querido Erario
Bienvenido a su curso de relajación del cuello


Tomamos un espejo pequeño, lo suficiente como para poder cargarlo sin peligro de una hernia, pero que permita ver el rostro completo. Lo colocamos a la altura de sus ojos... ¿listo?
Muy bien... ahora, una vez con la imagen reflejada (A menos de que sea ud. un vampiro, para lo que necesitará comprar el CD 2) miramos directamente a los ojos.
¿listo?
Ahora, miramos la boca y comenzamos a decir "iiiiiiiiiiiiii" Vamos, hágalo sin pena. Verá como se dibuja una sonrisa en su rostro.
Ahora saque su lengua y mírela. La siguiente acción será dificil y hay que poner atención. Sin dejar de mirarse en el espejo haga un rollito con la lengua.VEa el rostro de su otro Yo...¿GRacioso como para hacerle reír ? ¿no? Intenté abrir los ojos lo mas que pueda.
El tercer paso. Mírese fijamente al espejo. Mueva la cabeza de arriba a abajo sin perder la pose anterior. Ahora de izquierda a derecha.
Muy bien, para finalizar, mirése fijamente y diga JA
otra vez JAA...ahora JAJA
una vez más JAJA JAJA
y siga así hasta sentirse más relajado por andar haciendo el ridículo frente un espejo.